Mayo 9, 2022 Noticias

ENTREVISTA: PADRE ENRIQUE CONTRERAS OSB

El padre Enrique Contreras OSB es abad emérito del monasterio Santa María de los Toldos, Argentina. Presidente de la Conferencia de Comunidades Monásticas del Cono Sur. Colaborador y por mucho tiempo director de Cuadernos Monásticos (revista de espiritualidad monástica de América Latina). Formador en los cursos de espiritualidad monástica que se han dado en Chile en varias oportunidades y en el que han participado miembros del Movimiento. Autor de varios libros sobre los Padres de la Iglesia. Traductor de muchos textos publicados en Cuadernos Monástico sobre los padres y autores monásticos.

 

Para poder conocerlo un poco más, nos podría contar un poco sobre su historia y vocación.
¿Dónde nació, su familia, qué estudió, cómo llegó al monasterio Los Toldos?

Nací en Buenos Aires el 1 de marzo de 1951. Mis padres ya fallecieron. Y tengo cuatro hermanos. Una de mis hermanas, la mayor de ellas, falleció de un infarto hace 10 años. Estudié en diversos colegios de Buenos Aires y, al terminar el ciclo secundario, hice dos años de filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Católica Argentina. Llegué por primera vez al Monasterio de Los Toldos para la profesión de un pariente mío monje de esa Comunidad. Y luego fui a visitarlos a fines de 1969, para ingresar al Monasterio en el año 1970.

¿Cómo se gestó su venida a Chile, a Manquehue, y especialmente a vivir y presidir la Semana Santa con nosotros?

Fue con motivo de una invitación que me hicieron desde el MAM, que tuvimos que posponer dos veces a causa de la pandemia. Pero finalmente fue posible estar entre ustedes y celebrar el Triduo.

¿Cómo fue para usted vivir la Semana Santa con nosotros? ¿Hay algo que le llamara la atención particularmente?

Fue una muy rica experiencia, harto gozosa para mí y que viví con profunda acción de gracias. Me llamó la atención la gran afluencia de jóvenes en todas las ceremonias en que participé; e incluso en la casa adonde alojé había muchos jóvenes. También fue muy significativa para mí la participación en el Vía Crucis del Colegio San Lorenzo. Y me llamó la atención que solo ese Colegio tenga una gran iglesia…

¿Con qué se queda después de esta visita y le gustaría llevarse a Los Toldos?

Me quedo con la certeza de que debemos hablarle a la juventud sobre Jesús. Me llevo esta convicción y me propongo renovar mi vivencia de fe a partir de esta experiencia vital: Jesucristo debe ocupar toda nuestra existencia, cada día debemos buscar nuestro encuentro personal y comunitario con Jesucristo.

En este momento vive en el Monasterio de los Toldos, ¿a qué se está dedicando principalmente allá?

En esta etapa de mi vida monástica, desde hace ya más de cinco años vivo una experiencia eremítica. Es decir, estoy en la ermita que tiene nuestro Monasterio. Allí rezo, trabajo y busco al Señor cotidianamente. Ha sido un regalo que me ha hecho Jesucristo y mi Comunidad, entrando ya en mi etapa de ancianidad…

¿Alguna recomendación, palabra o consejo para los chilenos de Manquehue?

Sigan siendo un Movimiento laico, centrado en la lectio divina y la caridad, especialmente hacia los más pobres y necesitados de nuestro atribulado mundo.

 

 

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